Hace diez años, Brian se sometió a una laringectomía radical, un procedimiento en el que se extirpa la laringe. Fue parte de una lucha contra el cáncer que incluyó 15 procedimientos en 24 meses y múltiples sesiones de radioterapia. Finalmente, funcionó. Brian lleva años sin cáncer, pero como resultado de todos estos procedimientos, le costó respirar.
“Respiraba tan mal, tenía los pulmones tan pesados, que tenía que ir a urgencias cada pocas semanas para que me conectaran a una máquina solo para poder respirar de nuevo. Y cada vez, me ingresaban como si fuera un paciente nuevo. Tardaba al menos 12 horas. Realmente me estaba pasando factura, sin mencionar el coste para el sistema público”, recordó Brian.
Hace aproximadamente un año, Brian tuvo una emergencia y le conectaron una nueva máquina llamada Airvo, un dispositivo que suministra aire caliente y humidificado de alto flujo para tratar diversas afecciones. "Fue una revolución", nos contó Brian. "Mis síntomas se aliviaron al instante. Les pregunté a las enfermeras: '¿Dónde consiguieron esto? Necesito uno'. Me dijeron que no", dijo Brian riendo.
Pero no se dejó disuadir. Brian había encontrado la tecnología que aliviaba su afección respiratoria y estaba decidido a dejar de gastar dinero público en visitas quincenales a urgencias. "Había pasado diez años con las manos de un hombre muy fuerte alrededor de mi garganta intentando estrangularme", dijo Brian.
Contactó con ProResp y su cirujano, y se pusieron manos a la obra: contactaron a su aseguradora y certificaron en nombre de Brian. En dos semanas, su compañía de seguros aprobó una máquina Airvo y la pagó en su totalidad.
“Eso fue hace un año y no he vuelto al hospital desde entonces”, dijo Brian radiante. “ProResp me ayudó muchísimo y estoy muy agradecido. En cuanto siento que no puedo respirar, enciendo el Airvo y siento un alivio inmediato. Tengo el equipo médico más increíble del mundo”.
