“Decir que ha sido una pesadilla sería quedarse corto”, nos dijo Anne Marie recientemente, al hablar de la condición con la que ha vivido durante las últimas tres décadas. “Pero la atención que he recibido ha sido insuperable”.
Cuando Anne Marie tenía unos 30 años, empezó a sufrir episodios peligrosos en los que, de repente, no podía respirar. De repente, sufría un edema pulmonar. Era como si se estuviera ahogando. La atención médica inmediata le salvó la vida en más de una ocasión. Pero los médicos no entendían la causa de sus episodios. Finalmente, descubrieron que los diminutos alvéolos pulmonares colapsaban espontáneamente, provocando reacciones graves y potencialmente mortales.
Desde el principio, a Anne Marie le pusieron terapia de oxígeno y le presentaron ProResp.
“ProResp siempre me trata bien”, nos dijo Anne Marie, reflexionando sobre su trayectoria como una de las clientas más antiguas de la compañía. “Han sido de gran ayuda y apoyo con cualquier ayuda o aparato que he necesitado. Llevamos 30 años juntas, así que siempre que aparecía una nueva tecnología que pudiera mejorar mi vida, siempre estaban ahí para asegurarse de que la tuviera. Realmente me permitieron llevar una vida normal, al menos tan normal como podía desear. Y siempre se han asegurado de que pueda viajar, con un equipo de oxígeno siempre esperándome en la habitación del hotel. Incluso consiguieron tanques especiales de oxígeno líquido para que mi esposo y yo pudiéramos acampar”, recordó Anne Marie.
Los episodios de Anne Marie ahora solo ocurren cada pocos años y suelen estar provocados por una gripe u otra enfermedad. Con el paso de los años, le han pasado factura, dañando su corazón y pulmones. Pero su espíritu permanece inquebrantable. "Diez años después me dijeron que era improbable que estuviera viva. Aquí estamos, después de tantos años, y no me voy a ninguna parte", declaró Anne Marie.
Estamos de tu lado, Anne Marie, y nos sentimos muy inspirados por tu resiliencia y la gratitud que demuestras frente a la adversidad.
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